NAVIDAD, FIESTA DEL AMOR
Estimado hermano(a) en la fe me permito expresarte un saludo
franciscano de paz y bien estas fiestas de navidad.
¿Qué es navidad sino manifestación de Dios en la historia de
La humanidad? Dios sale desde su omnipotencia al encuentro del hombre en su
Hijo Cristo Jesús, pues es mismo Jesús quien lo afirma al decirnos “quien me ha
visto, ha visto al Padre” (Jn 14,9). Esto será verdad? Claro que si, puesto que
mismo Jesús dijo “yo soy la verdad” (Jn.14,6). Pero será posible que Dios
siendo eterno nazca de una mujer como es María? Pero por supuesto que sí,
porque resulta que el mismo Ángel dice a María “porque para Dios nada hay
imposible” (Lc 1,37). Más aun yo, quiero ser más conciso en despejar toda duda
respecto al misterio de la navidad que celebramos con la afirmación contundente
del evangelista San Juan 1,14 “la Palabra de Dios se hizo hombre y habito entre
nosotros”
De modo tal que este grandioso acontecimiento ha significado
la plena revelación de Dios para la humanidad y grandes hombres como el
pobrecillo de Asís quiso vivir a su manera este acontecimiento del encuentro de
Dios con la humanidad y no se le ocurrió mejor idea que escenificar o armar un
gruta y ver en ella el nacimiento del niño Jesús.
En efecto, la primera celebración navideña en la que se montó un belén
para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo fue en la Nochebuena de
1223, realizado por San Francisco de Asís, en una cueva próxima a la ermita de
Greccio (Italia). Cuenta San Buenaventura en su "Legende de Santi
Francisci" que tras celebrar la misa el sacerdote sobre el pesebre
(utilizándolo como altar), San Franciso cantó el Evangelio y realizó la
predicación sobre el nacimiento de Cristo, hijo de Dios, en circunstancias tan
humildes como las que en aquel momento se reproducían es decir, en una fría
noche de invierno, en el interior de una cueva, resguardado en el lugar donde
comían los animales que, junto al Niño, lo calentaban con su aliento, causando
una enorme emoción entre los asistentes, de tal forma que el señor del lugar, Juan
de Greccio "aseguró que vio un hermoso niño dormido en el pesebre, que el
padre Francisco cogió en sus brazos y lo hizo dormir" Tras esta primera escenificación
del pesebre, que más que un belén puede asimilarse a un drama litúrgico se fue
popularizando la instalación de belenes en las iglesias durante la Navidad, con
figuras según cada cultura.
PARA NUESTRA
REFLEXION
Si Dios en el nacimiento de su hijo Jesús, nos ha visitado y
lo ha hecho por puro amor y si todos los creyentes así lo entendemos, entonces siempre
será posible por amor:
Dar un poco de tiempo al que está solo.
Dar una alegría al
que está triste.
Dar una palabra al
que está desalentado.
Dar un abrazo al que
no se siente amado.
Dar la mano al que
está caído
Dar el perdón al que
nos ha fallado.
Dar los buenos días
al que encontramos.
Dar gracias al que
nos cede el paso.
Dar gracias por la
vida de cada día.
Dar esperanza al que
la ha perdido.
Dar ilusiones al que
está defraudado.
Dar confianza al que
está a nuestro lado.
Dar asiento al que va
de pie.
Dar acogida al que no
tiene a nadie.
Dar un pedazo de
nuestro pan al que tiene hambre.
Dar un vaso de agua
al que tiene sed.
Dar la bienvenida al
que nos visita.
Para el que tiene el
corazón abierto, siempre hay algo que dar.
Para el que ama,
siempre hay en el fondo de su corazón,
Algo que dar y compartir. Y porque navidad es fiesta del
amor.
El amor ve los que los ojos no ven.
El amor ve lo que
otros no vemos.
El amor ve y no lo
piensa dos veces.
El amor siempre tiene
prisa, no sabe de esperas.
El amor no espera
llamadas.
El amor no se queda
en sentimientos.
El amor se hace
gesto, actitud, camino y servicio.
No basta saber que en estos momentos hay miles de niños que
se mueren de hambre en el mundo.
No basta ver las cosas desde lejos.
Ni basta saber que
otros nos necesitan.
No basta saber que
otros están tristes.
No basta saber que
otros están solos y necesitados.
Cuando amamos
nuestros pies se ponen en camino.
Llevar alegría a los
demás.
Así MARIA hizo feliz
toda la humanidad con simple gesto de donación al decir “aquí está a esclava
del Señor, hágase en mi según tu palabra” (Lc 1,38)
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS Y AL ESTILO FRANCISCANO!
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